Panorama internacional

Contexto Macroeconómico

8.01.2022
  • Distintas noticias que se fueron sucediendo durante el último mes impactaron negativamente en los mercados financieros estadounidenses lo que generó el consiguiente aumento de volatilidad, registrando picos intradiarios del VIX durante las primeras semanas de diciembre por encima de los 30 puntos.

Panorama Internacional

  • Comenzando por la actividad económica, los últimos datos de la economía norteamericana reflejan que actualmente retomó la etapa del ciclo económico de expansión luego de la desaceleración del anterior trimestre. Lo anterior, se puede ejemplificar con el dato del Producto Bruto Interno para el tercer trimestre, siendo este de 2,3% anualizado. Sin embargo, no debemos olvidar que este análisis es retrospectivo, y que captura el impacto proporcionado por el rebrote de casos de COVID-19 a raíz de la variante Delta en Estados Unidos, Europa y Asia como así también los problemas de cuello de botella en la producción mundial. Para este año, se espera que la economía se mantenga robusta finalizando este año con un crecimiento del 5,5% anual mientras que el próximo año el crecimiento sería del 3,9%, superando en ambos casos el 2,7% anual promedio de los últimos 40 años.
  • A pesar de las buenas perspectivas en cuanto a las altas tasas de crecimiento económico, las novedades de nuevas variantes del COVID-19 impactan negativamente en las proyecciones. Es así, que recientemente la noticia del surgimiento de la variante en Sudáfrica conocida como Ómicron volvió a reavivar ciertos temores en el mercado. Sin embargo, cabe destacar que, con el correr de los días y a medida que los científicos analizaron la nueva variante, las perspectivas negativas menguaron. Esto se debe a que la variante si bien es más contagiosa, sería menos dañina (reflejada en internaciones) y que con los altos niveles de vacunación (60% totalmente vacunado y 15% con refuerzo) se estima que no debería generar mayores complicaciones. De hecho, esto queda reflejado en las estadísticas siendo que, en la actualidad a nivel mundial nos encontramos en el pico más alto de casos desde que iniciara la pandemia en 2020, sin embargo, el nivel de muertes diarias en términos absolutos es el más bajo de las tres oleadas. Esto refleja que probablemente nos estamos dirigiendo a una nueva fase de la enfermedad, con alta transmisibilidad, pero muy baja letalidad.
  • Otra de las noticias que han impactado negativamente en los mercados financieros, es el reciente cambio de discurso del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) Jerome Powell respecto a la inflación. Hasta el momento, la Fed venía haciendo foco en que los altos niveles de inflación se debían a factores transitorios (por ejemplo, cuellos de botella en la oferta). Sin embargo, Powell anunció ante el Comité Bancario del senado que “probablemente es un buen momento para retirar el término transitorio para describir la alta inflación”.
  • De acuerdo con el último dato de publicado del mes de noviembre, la inflación fue del 0,8%, por encima del 0,7% esperado por los analistas.  Así, en términos interanuales alcanzó el 6,8% siendo el mayor registro en los últimos 39 años y representando cinco meses consecutivos con inflación anual por encima del 5% (cuando el promedio de las últimas décadas es del 2%).
  • Otra de las variables relevantes que sigue la Fed se refiere al comportamiento del mercado laboral estadounidense. Los últimos datos conocidos de empleo del mes de diciembre fueron mixtos. Por un lado, la tasa de desempleo se situó en 3,9%, por debajo del mes anterior, de las expectativas de los analistas y situándose en el menor nivel desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, la contracara fue la baja creación de empleo en noviembre que represento 199 mil nuevos puestos de trabajo, niveles de creación de empleo inferiores a lo esperado y al mes anterior. En este sentido, a diferencia de la actividad económica, el mercado laboral está lejos de mostrar robustez.
  • Los aspectos analizados anteriormente, son claves para comprender el rumbo de la política monetaria. De acuerdo a lo anunciado por la Reserva Federal de EEUU (Fed) durante la reunión que se llevó a cabo a fines de noviembre, se decidió finalmente dar inicio al tapering (reducción de compra de activos) comenzando gradualmente a retirar su apoyo a la economía. De esta manera, la Fed disminuirá de a USD 15.000 millones mensuales su política de compra de activos (bonos del tesoro e hipotecas securitizadas).
  • Mientras que, en la jornada del miércoles 5 de enero, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos publicó las actas de su última reunión. En las minutas, los miembros de la Fed señalaron que, dadas sus perspectivas individuales sobre la economía, el mercado laboral y la inflación, podría estar justificado aumentar la tasa de interés de referencia antes de lo previsto.  A su vez, también dijeron que podría ser apropiado empezar a reducir el tamaño del balance general de la entidad, poco después de empezar a subir el costo del crédito. De acuerdo con el consenso del mercado, se espera que la Fed realice al menos dos subas en la tasa en algún momento del 2022, con una gran posibilidad de que la primera sea tan pronto como en marzo. Poco tiempo después de que fueran publicadas las actas, los principales índices bursátiles de Wall Street reaccionaron a la baja. El S&P 500 terminó la sesión con una caída del 1,94%, en lo que fue su mayor descenso desde noviembre. Por su parte, el selectivo tecnológico, Nasdaq 100, se desplomó hasta un 3%, en este caso, registrando su peor jornada desde octubre de 2020.
  • La alta inflación y el fin de la política monetaria acomodaticia, se vieron reflejadas en la fuerte suba de las tasas de interés de largo plazo experimentada la última semana. Actualmente a la fecha de emisión del presente informe (07/01/22) el rendimiento de la deuda del tesoro norteamericano a 10 años se sitúa en el 1,77% lo que representa un incremento de 25 puntos básicos en las últimas 5 ruedas.

Bajo este contexto sugerimos reducir participación en renta fija debido a la aceleración experimentada en la tasa de interés. Mientras a lo que se refiere a renta variable mantener el equilibrio entre sectores cíclicos y no cíclicos, ponderando especialmente aquellos de valor y baja volatilidad. Adicionalmente, la actual corrección de mercado representa un punto interesante para algunos sectores dependientes del fin de la pandemia.