Monitor Económico EE.UU. - Julio 2022

29.07.2022

El presente reporte expone un panorama sobre las principales variables económicas de Estados Unidos. El objetivo es ubicar las mismas en la fase del ciclo económico correspondiente, para estimar en qué etapa se encuentra la economía. De acuerdo al comportamiento histórico de los diferentes sectores en cada fase del ciclo, destacamos aquellos que se presentan como más atractivos para invertir.

Resumen General: Desaceleración

A partir de las 12 variables macroeconómicas relevadas en el monitor económico de Estados Unidos para el mes de junio, concluimos que la economía estadounidense continua en un proceso de desaceleración, con un aumento en las probabilidades de una recesión futura.

Los datos destacados del mes son los siguientes:

  • En junio el IPC reportó un aumento del 1,3% respecto a mayo, un dato que sorprendió al negativo dado que las previsiones la situaban en 1,1%. Así, de manera interanual (ia.), la inflación se situó en 9,1%, ya siendo el cuarto mes consecutivo por encima del 8%. Nuevamente lo que más incidió sobre el índice fueron los precios de la energía. Dado esta aceleración respecto a mayo, la Reserva Federal (Fed) continua con un desafío a futuro a medida que la inflación núcleo (todos los precios menos alimentos y energía) continua en valores elevados. Con un aumento mensual del 0,7% e ia. del 5,9%, este indicador esta principalmente afectado por la política monetaria y las expectativas a futuro, pero igualmente los precios de la energía también los afecta, pero con cierto rezago. Por ende, con un aumento acumulado en el año del 24% en precios de la energía, esto se comienza a afectar a su vez a estos precios. Adicionalmente, lo que se está comenzando a observar es una “transición” de la inflación a precios más “pegajosos” del índice, es decir, precios que una vez que aumentan no logran estabilizarse con la misma facilidad que otros. Estos están principalmente vinculados al sector de servicios y de alquiler. De manera similar, los alquileres vienen registrando aumentos similares a los de servicios, pero su incidencia sobre el IPC es mayor, reflejando que este gasto juega un rol importante en las decisiones de consumo de los hogares y sus expectativas. Este mes los alquileres tuvieron su mayor asunto interanual desde 1991, y a medida que las tasas de hipotecas continúen aumentando y la compra de hogares caiga, la demanda por alquiler tendrá efectos negativos sobre el indicador.
  • En respuesta a esto, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) anunció en la reunión a fines de julio que aumentará la tasa de interés de referencia en 0,75% por segunda vez consecutiva, llevándola del rango de 1,50%-1,75% a 2,25%-2,50%, coincidiendo así con las expectativas de mercado. En línea con lo anticipado por las ultimas minutas de la Fed y las expectativas de mercado, el nuevo aumento de 75pb marcó nuevamente la postura más agresiva de la Fed a medida que la inflación continua en valores elevados y se busca llegar al objetivo del 2% de la manera más acelerada posible. El presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó en la conferencia de prensa posterior que este aumento va en línea con este objetivo, generando así una política monetaria más dura complementada por el desarme del balance del organismo “agresivo”. En línea con esto, el Presidente destacó la necesidad de poder anclar expectativas y de dar señales claras sobre cómo actuará hacia adelante el ente, dejando en claro que tienen las herramientas y la voluntad para hacerlo. Mirando hacia adelante, mencionó que es probable que haya un aumento de magnitud similar en la reunión de septiembre, descartando de manera implícita las estimaciones de la Fed difundidas en junio, donde se estimaba que la tasa termine el año en 3.4%. A su vez, a diferencia de la conferencia prensa de junio, Powell mencionó que ciertos indicadores de gasto y consumo han mostrado señales de desaceleración, con indicadores clave como inversión privada también declinando respecto al primer trimestre del año.  Igualmente, tal lo recalcado por el comunicado del ente, las decisiones de suba de tasa dependerán de la evolución de la inflación y sus expectativas, considerando que el mercado laboral continúa en buen estado tras los datos de junio, y con la Fed manteniéndose con un “elevado grado de alerta ante riesgos inflacionarios”.
  • El desempleo de junio se situó en 3,6% (niveles pre pandemia) y la creación de empleo supero las expectativas, pero desde un punto de la inflación, ciertos datos no fueron positivos. Estos se vinculan principalmente a lo que tiene que ver con la oferta laboral disponible, reducida respecto a los años pre pandemia. En primer lugar, la masa laboral (adultos que trabajan o buscan trabajo activamente) se redujo desde el 2020 en 350mil personas, y los datos de junio no estarían mostrando un cambio de tendencia. A esto se le sumaron una caída en las horas laborales promedio trabajadas, y que la demanda de los empleadores sigue elevada, con muchas vacantes disponibles. Sí bien el último dato mostro una leve reducción en las ofertas laborales disponibles, este se situó en 11 millones de vacantes, muy por encima del promedio del 2017-2019 de 5 millones. Por ende, a medida que la oferta laboral se encuentre por debajo de la demanda esto puede ocasionar a futuro que siga habiendo presión sobre los salarios, que afectan de manera negativa a la inflación. Igualmente, vale destacar que el mercado laboral continua en un estado muy sólido, por lo que continúa teniendo un panorama positivo a pesar del escenario de desaceleración en el que se encuentra la economía americana.
  • A estos indicadores se suma el dato preliminar de PBI para el segundo trimestre, que según reportado por la Oficina de Análisis Económico, se habría contraído un 0,9% contra el mismo periodo del año pasado, siendo así el segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo. Sí bien muchas veces esto último se toma como indicio de una recesión, tomando en cuenta otras variables como el mercado laboral esto no es del todo claro, pero sí es evidencia clara en pos de una desaceleración y aumenta las posibilidades de una recesión a futuro. A su vez, en contraste con el dato del primer trimestre donde la caída se explicó mayoritariamente por una balanza comercial negativa, los datos de este trimestre fueron más negativos desde un punto de vista de la macroeconomía, con fuertes caídas en el consumo y la inversión privada. Sí bien el consumo de hogares aumento un 1%, en el desagregado se vio una fuerte caída en el consumo de bienes, con los bienes durables cayendo un 2,6% y los no durables un 5,5%, dando indicios que el poder de compra se ve afectado. En contraste con esto, el aumento de consumo se vio en servicios, pero cabe recordar que fue uno de los rubros más afectados por la pandemia, por lo que sigue respondiendo a un ciclo de recuperación de manera rezagada. A esto se le sumo una caída del 13,5% en inversiones privadas, un fuerte contraste con el aumento que se había observado en el trimestre anterior. Mientras la inversión fija por parte de empresas cayó un 3,9%, el sector residencial se vio fuertemente afectado, retrocediendo un 14% de manera interanual, la mayor caída desde el segundo trimestre del 2020. Por ende, sí bien los datos son preliminares, dan indicios de que la economía americana estaría entrando en un periodo de mayor desaceleración, afectando indicadores claves que jugaran un rol importante en la toma de decisiones de los agentes de la economía, incluyendo a la Fed.
  • A este panorama complicado se suman varios datos del mes de julio que convalidan este proceso de desaceleración económica. Por su parte, el Índice de Producción Manufacturara (PMI por sus siglas en inglés) Industrial reportó una caída respecto a junio, situándose en 52,3. Sí bien se situó por encima de los 50 puntos, viene cayendo de manera sostenida desde el comienzo del año, y por su parte tanto el PMI de servicios y el compuesto cayeron por primera vez desde el 2020 por debajo de los 50 (indicando una contracción). Reportado a mediados de julio, los datos de junio de ventas mostraron que cayeron en términos reales, contrayéndose un 0,3%, y en línea con el dato de PBI, con caídas en consumo del 2,6%. Estas caídas se debieron en su mayoría por el aumento fuerte en la inflación y por las perspectivas negativas sobre la evolución de la economía, con los hogares siendo más conservadores en su toma de decisiones. Esto se vio reflejado en los sentimientos y expectativas del consumidor (medido por la Universidad de Michigan), que si bien el primer aumento respecto a junio, continua en valores históricamente bajos. Por un lado, el sentimiento actual cayo de manera ia. un 37%, mientras que las expectativas se deterioran respecto a junio un 0,4% y de manera ia. un 40%.
  • Por ende, tomando en cuenta la postura más agresiva de la Fed y los datos de PBI, consideramos que la economía continua en un proceso de desaceleración económica, pero con un aumento sustancial en las probabilidades de que haya una recesión en el corto/mediano plazo. Será importante en los próximos meses seguir de cerca el dato de inflación para entender que camino tomara la Fed, lo cual tendrá repercusiones sobre los otros indicadores de la economía.

Dado que la economía americana se encuentra en un ciclo de desaceleración próximo a una recesión, por ciclo los sectores que se suele sugerir son los de consumo masivo (XLP) y salud (XLV). Igualmente, hay que considerar que vienen siendo de los mejores sectores del año en términos de rendimiento, por lo que ante un cambio en ciclo la ventaja comparativa podría irse hacia otros.

Glosario

01.Apertura de Mercado
02.Crecimiento de Ganancias
03.Crecimiento del PBI
04.Déficit/PBI
05.Desempleo
06.Índice Case-Shiller
07.Inflación
08.M1
09.Mínimo
10.Máximo
11.PMI (Índice de confianza de Gestores de Compra)
12.Spreads Corp Vs Soberanos
13.S&P500
14.Tasa de Referencia
15.Variación de Inventarios
16.Tipo de Mercado
17.Tipo de política Monetaria

Maximiliano A. Donzelli

Head de Research

Damián Vlassich

Analista de Research

Lucas Buscaglia

Analista de Research