
Contexto Macroeconómico
30.04.2022
En una continuidad de lo que fue el inicio del 2022, los principales mercados siguieron arrastrando pérdidas durante abril debido a diferentes factores de incertidumbres. Entre ellos, los altos niveles de inflación, la expectativa de una política monetaria más agresiva por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la invasión de la Federación Rusa a Ucrania y recientemente los rebrotes de COVID-19 en China y la posibilidad de recesión en Estados Unidos. Como veremos a continuación, el contexto luce desafiante tanto en el plano internacional como local.
Panorama Internacional
- En el mes de marzo, por primera vez en el año los principales índices bursátiles de Estados Unidos cerraron de manera positiva a medida que el panorama en torno la Fed y Ucrania se volvió más claro. Sin embargo, la calma fue efímera siendo que abril retomaría la tendencia bajista. Si bien la economía real continua en un proceso de recuperación sólida, los altos niveles de inflación y otros factores dan indicios de una desaceleración del crecimiento e inclusive una posible recesión hacia fines del año.
- Observando a los principales índices, luego de la recuperación en marzo del índice S&P 500 del 3,6%, en abril estaría cerrando con una caída del 7,7% y acumulando en el año una baja del 12%. El sector tecnológico, se lleva la peor parte con la baja del índice Nasdaq del 20% en el año.
- Los indicios sobre el futuro de la economía plantean ciertos riesgos, con niveles de inflación muy elevados que van a inducir a la Reserva Federal (Fed) a tener políticas más agresivas de aumentos de tasas de interés. El dato de marzo fue el más elevado desde 1982, con la variación mensual en 1,2% y la interanual en 8,5%, 0,6 puntos porcentuales (pp) por encima de febrero. A la dinámica inflacionaria previa se suma la guerra en Ucrania, generando un aumento fuerte en los precios de la energía y los alimentos, que se vieron reflejados en los datos de marzo, con un aumento interanual del 32,0% y del 8,8% respectivamente.
- A la par de esto, la rigidez del mercado laboral también son señales para la Fed de que hay lugar para llevar a cabo políticas más agresivas. El dato de desempleo situó la cifra en 3,6%, llegando ya a valores pre pandemia, por lo que se considera que hay pleno empleo. Igualmente, la cantidad de trabajos creados se situó por debajo de las expectativas de mercado, señalizando que mucha de la fuerza laboral todavía no ha salido a buscar trabajo después de la pandemia. Los analistas coinciden en que el mercado laboral se encuentra sumamente rígido en el momento, habiendo muchos problemas de oferta de trabajo. Esta rigidez lleva a que el nivel salarial aumente a medida que se genera competencia por parte de los empleadores para conseguir empleados lo que podría agregar presión al nivel de precios y dar más argumentos a la Fed para una política monetaria agresiva.
- En este sentido, la Fed ha comenzado a dar indicios de una política monetaria más restrictiva tras el aumento de 0,25% en la reunión de marzo (la primera suba en tres años). En las minutas que se difundieron el 6 de abril, el Directorio dio a saber que la preocupación central del ente es el nivel elevado de inflación, y que esperan subir las tasas de manera más agresiva a futuro, ya dando por hecho que en mayo el aumento será del 0,5%. Citando la dinámica inflacionaria elevada y la rigidez del mercado laboral, los miembros de la Fed coincidieron también que en mayo se debe comenzar el desarme del balance del Banco (a un ritmo de 95 mil millones de dólares por mes).
- Este aumento de tasas, junto con el proceso expansionaría de la economía, la inflación elevada, y el mercado laboral rígido estaría dando indicios de una desaceleración e inclusive una posible recesión en 2023. A este panorama, se suma la vuelta de los confinamientos en China por un rebrote del virus del COVID-19 que genera una mayor riesgo de desaceleración a la segunda economía del mundo.
Panorama local
En el plano local, la economía también luce desafiante. El dato de inflación de marzo para Argentina fue el más elevado desde el 2001, situando la variación mensual en 6,7%, llevando la variación interanual a 55,1% y con un acumulado del 16,1%. Siendo ya el décimo mes con una inflación interanual por encima del 50%, la economía argentina no pareciera estar encontrando la salida de este régimen de inflación elevado. Mirando hacia los próximos meses, es probable que el proceso inflacionario continúe.
- Los analistas coinciden en que el dato de abril será menor que el de marzo dado que fue absorbido el impacto inicial de la guerra en Ucrania, pero se sitúa el piso en 5,5%-6%, un valor muy elevado que continuara poniendo presión sobre la economía en general. El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizado en el mes de marzo espera que este año la inflación termine en 59,2% y que en los próximo doce meses sea del 55,4%.
- Si bien los tipos de cambio financieros continuaron calmos en el mes de marzo y la primera quincena de abril, en la segunda parte del mes de abril registro una suba del 10%. A su vez, en acorde con la región, el Riesgo País viene descendiendo de manera sostenida desde principios de marzo, llegando a situarse por debajo de los 1700 puntos, una fuerte caída respecto al 1962 que se vio al principio de la guerra en Ucrania. Así, desde mediados de marzo los bonos soberanos en dólares vieron un aumento promedio en su cotización del 2%, con el GD46 y el GD41 siendo los mayores ganadores (6,1% y 5,5% respectivamente).
- Por su parte, el Banco Central (BCRA) devaluó en marzo un 2,8%, mostrando una aceleración respecto a febrero. Mirando a futuro, se espera que el BCRA continúe con esta aceleración dado el atraso cambiario respecto a la inflación; el dato de abril mensualizado da una devaluación del 3,7%. Observando el REM de marzo, las consultoras aumentaron su previsión de devaluación para los próximos doce meses de $163,1 a $168,0, y con el dato de inflación de marzo se podrá esperar que estas previsiones aumenten.
- A su vez, a pesar de la liquidación récord de la cosecha en el primer trimestre del año, el BCRA se encuentra con dificultades para acumular reservas en el mercado cambiario, habiendo perdido 17 millones de dólares en lo que va del año. Con el acuerdo del FMI en mente, el objetivo de acumulación de reservas pareciera estar complicado, por lo que perderá capacidad de intervención en el mercado oficial si la inflación continua en niveles elevados. Con esto en mente y buscando controlar la caída de demanda en pesos, el pasado 13 de abril aumentaron la a tasa de referencia de las LELIQs por cuarta vez en el año en 250 puntos básicos, llevando la TNA de referencia a 47%.
- Por último, a diferencia de las variables financieras, la economía sigue su senda de recuperación. El INDEC informo el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de febrero el 21 de abril, registrando un aumento mensual del 1,8% respecto a enero y 9,1% en términos interanuales. El dato fue positivo dada la caída de enero. En línea con esto, el índice de Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) se situó en 64,3%, registrando un aumento de 6 puntos porcentuales (p.p.) respecto a lo informado en el mismo período del año anterior, y a la par con el EMAE, un aumento respecto al 57,9% de enero.
En este contexto, proponemos rotar a sectores más defensivo, al mismo tiempo que sumamos participación en el mercado local para los perfiles con mayor tolerancia al riesgo y sumamos participaciones en pesos.